(Imagen de la red)
Un día cualquiera,
agarro mi maleta
y salgo a buscarte.
Así, sin previo aviso,
como ocurre en la vida
que te sorprende.
Mi maleta es pequeña
pues todo lo que sé
se ha caducado.
Mis pies descalzos saben
que el camino que quema
es el correcto.
( Me llevo unos tacones,
para ver -desde ti-
la perspectiva...)
El torso irá desnudo:
que queden mis verdades
al descubierto.
El pelo, que se enrede,
que juegue con el viento
a ser cometa...
Un día de éstos,
agarro mi maleta...
y salgo a buscarte.
©Lucía Conde Parmés
Siempre hay que emprender alguna clase de búsqueda, con sujeto u objeto de fondo; ¿será acaso que al partir nos buscamos a nosotros mismos ansiosamente?
ResponderEliminarSiempre nos buscamos a nosotros mismos. Recuerdo esos versos de Pedro Salinas: " Perdóname, por ir buscándome tan torpemente, dentro de ti".
EliminarMil besos y mil gracias.
No sé como esperaste tanto tiempo, Lucía
ResponderEliminarHay cosas que resaltan a la vista
Más vos como una diosa en el tapiz
debería conocer que en el ajedrez
que los alfiles pueden dar jaque mate.
Así que, haz que esa búsqueda
sea en diagonal y convergente al unísono...
Así podrás comprobar
que la maleta por muy pequeña que sea
siempre será suficiente
par que todos los puntos se proyecten
en una perspectiva caballera.
Besos mil en este año 2023...
Así es, mi queridísimo Quinito... Las maletas no necesitan ser grandes si todo lo llevamos en nuestro interior.
EliminarMil besos y mil gracias.
Que bonita es
ResponderEliminarla parte mas bonita
de hacer las maletas.
Bsss y feliz año
Hacer una maleta generalmente va unido a cambios, a proyectos... y huele a aventura.
EliminarMil besos y mil gracias.
En mi maleta guardo muchos recuerdos
ResponderEliminarSeguro que sí. Las maletas son parte de nosotros mismos.
EliminarMil besos y mil gracias.